“Somos lo que comemos”. Una expresión tan rotunda como cierta pues una buena alimentación es el mejor combustible para que el motor de nuestro organismo funcione correctamente. No obstante muchas veces no reparamos en esto y prestamos más atención a nuestra apariencia que a nuestro interior.
Nos interesamos más por conocer qué crema es mejor que otra, qué mascarilla he de utilizar, qué producto anticaída utilizo…y nos olvidamos de lo esencial, de la pieza clave sobre la que se asientan el resto de variables: la alimentación. Si comemos mal o desequilibradamente eso se nota en nuestra piel, en nuestras uñas, y en nuestro pelo. En consecuencia podemos padecer caida del cabello.
Como la mayoría de nuestro organismo, la gran parte de nuestro cabello está compuesto por agua, seguida de otros componentes como los lípidos y las proteínas. Y cada uno de ellos tiene una función. el agua aporta a nuestro cabello sales minerales y otros elementos químicos como el calcio, el potasio…Los lípidos, formados entre otros por los ácidos grasos, nutren el cabello y le aportan brillo. Por último y no menos importante, las proteínas como la queratina determinan la resistencia y fortaleza del cabello.
Estos elementos que conforman el cabello pueden verse alterados por los cambios en nuestra alimentación. Especialistas en el cabello como Svenson, ya advierten de que una dieta sana y equilibrada es fundamental para tener un cabello sano y evitar la caida del cabello. Y ese ha de ser nuestro punto de partida.
Alimentos contra la caída del cabello
VERDURAS y LEGUMBRES: Las verduras y vegetales de hojas verdes como las espinacas y las acelgas, así como también los garbanzos o las judías aportan gran cantidad de ácido fólico. Esto es muy importante puesto que la carencia del ácido fólico puede producir una bajada en el nivel de glóbulos rojos, encargados de oxigenar los tejidos. Este ácido interviene en el proceso de creación de la metionina, necesaria para el folículo piloso.
También otras verduras como el puerro, los espárragos o el brócoli mejoran la calidad del cabello ya que favorecen la síntesis entre queratina y colágeno.
PESCADO: Los pescados azules como el atún, el mero o el salmón son ricos en ácidos grasos Omega 3, los cuales disminuyen la concentración de los triglicéridos y reducen los niveles del colesterol “malo”. La carencia de estos ácidos esenciales provoca sequedad en el cabello, y lo vuelve áspero y sin brillo.
CARNE: Si te gusta cuidarte, ¡perfecto! porque la carne de pollo y de pavo también tiene un importante elemento: el hierro. Una persona con tendencia a la anemia será más propensa a tener un cabello más frágil y quebradizo.
FRUTAS: El melón, el plátano y el kiwi son frutas con un alto contenido en potasio, esencial para tener una piel tonificada, unas uñas fuertes y para frenar la caida del cabello.
Muy interesante la información. Tomo nota.
Nos alegra que te sea de utilidad, Elena, ese es nuestro propósito 🙂
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Gracias por leernos, un saludo!
La alimentación es sin duda un factor muy importante. Interesante post, nunca están demás este tipo de artículos, son muy prácticos.
Gracias.