Las [muchas] ventajas de los proteoglicanos

En el último artículo ya os hablamos de las maravillosas ventajas de los proteoglicanos en la piel. Rejuvenecimiento e hidratación son dos de los efectos clave de estas fantásticas ampollas en nuestra cara y cuello. Ahora bien, los proteoglicanos son mucho más que un cosmético, son salud a raudales. 

El proteoglicano está en ti

Como la mayoría de ingredientes cosméticos y de salud, los proteoglicanos también forman parte de ti. Se encuentran en el llamado tejido conectivo de tu cuerpo, que es el que da apoyo a otras estructuras. Forman la mayor parte de la matriz extracelular, que es el material que se encuentra entre las células y les aporta el soporte estructural. Están en las capas externas de las células que ayudan a transmitir los nutrientes y también forman los tejidos cartilaginosos como los discos de las rodillas o los que se encuentran entre las vértebras.

Los proteoglicanos, belleza por dentro y por fuera

Es decir, que estas pequeñas cadenas de polisacáridos son más que necesarias para seguir con nuestro funcionamiento normal, y sentirnos más jóvenes en todos los aspectos. Mantienen nuestra piel tersa y rejuvenecida y nuestros cartílagos sanos. Es decir, que los proteoglicanos nos haces estar guapos por fuera y sanos por dentro.

Los proteoglicanos también se pueden clasificar por tamaño. Las moléculas grandes incluyen agrecano, un componente importantísimo del cartílago y también versicano, que se encuentra en los vasos sanguíneos y en la piel. Cuidando nuestra cantidad de proteoglicanos cuidamos también nuestros cartílagos, nuestra circulación y por supuesto nuestra piel. Entre otras muchas ventajas más.

Los proteoglicanos cuidan nuestra piel

Ya hemos hablado de los fantásticos efectos de los Proteoglicanos en nuestra piel para darle a nuestra cara y cuello un boost antiarrugas y un plus de hidratación. Además también están indicados para otros problemas bastante comunes de la piel como la descamación, sequedad, flacidez o cualquier otro síntoma de envejecimiento prematuro de la piel.  Los proteoglicanos nos ayudan a regenerar nuestra piel y a dejarla muy hidratada y con más vitalidad.
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Los proteoglicanos cuidan nuestras articulaciones

La función principal de los proteoglicanos en nuestros cartílagos es mantenerlos bien hidratados para que puedan absorber perfectamente los impactos que día a día se producen entre nuestros huesos.

Sin embargo cargar de manera continuada peso en la espalda o estar sentados demasiado rato reduce drásticamente nuestra capacidad de sintetizar los proteoglicanos. Estar sentado mucho rato presiona estas juntas y obliga al líquido intervertebral a salir fuera de los discos, y es más difícil traerlos de vuelta.
Con el tiempo los discos pierden grosor y se hacen más delgados, perdiendo su capacidad de absorción de impactos y haciendo los movimientos menos suaves. Debido a las malas posturas los discos intervertebrales más delgados suelen estar en la zona lumbar a medida que ganamos edad.

La concentración reducida de proteoglicanos es el primer síntoma de degeneración celular y por lo tanto del disco intervertebral. Una vez el disco está afectado poco a poco irá perdiendo grosor y cuando se hace muy estrecho los huesos empiezan a rozar entre sí.

Así que ya sabéis, los proteoglicanos ayudan a rejuvenecer tanto nuestra piel como nuestros cartílagos. ¿Quién nos iba a decir que algo tan pequeño tuviera unos beneficios tan grandes?